¡Hola, soy Marlene de Alemania! Estuve siete meses en Ecuador con Fiides y quiero compartir cinco cosas que aprendí aquí. La primera es hablar español. Cuando llegué, no sabía hablar en absoluto y tuve que aprender, lo cual fue muy emocionante. La segunda cosa que aprendí fue sobre la cultura de Ecuador. Tuve la oportunidad de viajar y pude apreciar lo maravillosa que es su cultura, además de aprender de su historia. Conocí a mucha gente. La tercera cosa que aprendí fue en mi proyecto, donde trabajamos con personas discapacitadas. En muchas ocasiones no sabía cómo actuar y aprendí a manejar esas situaciones. Lo siguiente que aprendí fue sobre mí misma. Descubrí mucho acerca de mis límites y cosas que quería mejorar, entre otras cosas. Y la última cosa que aprendí fue a enfrentar el miedo, porque te das cuenta de que incluso si tienes miedo, es fácil conocer gente y crear amistades. Es muy interesante cómo prácticamente creas una familia al otro lado del mundo.

Al llegar por primera vez, Quito parece un caos fascinante para casi cualquier persona. Situada en el valle de imponentes cordilleras montañosas, la configuración tan idílica realmente no encaja con la realidad ocupada y ruidosa que es esta ciudad. Vendedores ambulantes en cada esquina, discusiones a gritos entre los conductores de autobús y taxi, un metro crónicamente sobrecargado, con pasajeros atrapados entre sus puertas cerradas y que parece no funcionar según ningún tipo de horario, además de la pura magnitud del lugar; todo puede resultar un poco abrumador. Después de viajar tres horas al día entre mi proyecto en Parque Carolina y Tumbaco, un pequeño suburbio en las afueras de Quito, puedo decirte que llega el día en que comprendes qué autobús tomar, qué línea de metro seguir y cómo navegar en esta locura urbana. Ahora casi no puedo imaginar volver a mi hogar sin montañas y silencioso en Alemania sin extrañar el constante bullicio del centro de Quito.

Hola soy Henrike y trabajo en la escuela Maria Trocatti, es una escuela muy buena, es parte de una fundación entonces la mayoría de los niños vienen de hogares de bajos recursos, y por eso la escuela le da los materiales, uniformes, soporte, etc. Lo que más me gusta de la escuela definitivamente son los niños, porque son muy abiertos y se interesan en ti y tienen mucho amor para ti. Trabajé con la profesora de inglés, ayudándole, corrigiendo deberes y también les di una clase de alemán, en este proyecto si tienes la posibilidad de presentar tus propios proyectos así que solo ve ahí y diviértete mucho.

Trabajamos en el proyecto Casa Hogar Santa Marianita, si escogiste este proyecto ya te felicitamos porque pensamos que es un hermoso proyecto, realmente nos gusta la gente que con la que trabajamos porque son muy amables y nos han recibido muy bien, desde luego vas a pasar un buen momento, especialmente con los niños porque ellos te dan mucho amor, es increíble, lo que más nos gusta es conocer a los niños pero también a las personas que trabajan con nosotros, te hacen sentir muy bienvenido, para nosotros este es el mejor proyecto que Fides tiene asi que ven y disfruta de los niños, de Ambato y de Ecuador.